Buenos Aires (EP), 24 de Enero ‘24. Desde la Asociación Transición Energética Sostenible ven con preocupación que el aprovechamiento del H2V no haya sido incluido en la grilla de temas centrales de la energía como política de futuro.
La Cámara de Diputados de Argentina continúa con la Plenaria sobre el proyecto de “Ley Ómnibus”, denominado oficialmente “de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos”, en honor al célebre texto de Juan Bautista Alberdi.
Tras la presentación de Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía de la Nación, en la que anticipó giros en la política energética argentina, uno de los principales puntos abordados fue el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).
El mismo estaría destinado para proyectos nuevos o ampliaciones de existentes con “incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y protección eficiente” de manera que, durante un plazo determinado, “adelante” temporalmente, y solo para grandes inversiones, las condiciones macroeconómicas de inversión que Argentina tiene por objetivo alcanzar para todos en el tiempo.
Incluso, el sector energético considera positiva tal herramienta que prevé el proyecto de Ley Ómnibus, pero Ismael Retuerto, secretario de la Asociación Transición Energética Sostenible, puso la mirada en el rol del hidrógeno verde dentro del espectro del régimen.
“En la medida que exista un control eficiente por parte del organismo de contralor, se podrá obtener un instrumento eficaz para el desarrollo industrial y tecnológico de hidrógeno renovable, que es el más importante y por lo cual propiciamos la aprobación de ese régimen”, señaló.
“No obstante, vemos con preocupación que el aprovechamiento de este vector no haya sido incluido en la grilla de temas centrales de la energía como política de futuro”, subrayó durante su participación en la Plenaria.
Es por ello que planteó la “imperiosa necesidad” de que todos los niveles de gobierno, instituciones intermedias, empresas privadas, sectores de la academia y la investigación aplicada, tengan en cuenta acciones sostenibles en el tiempo y conformen un núcleo coordinado dentro de una estrategia de largo plazo que defina al H2V como una “herramienta esencial” para afrontar los desafíos de la descarbonización de la economía.
Si bien Argentina ya cuenta con la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Economía del Hidrógeno (publicada en septiembre del 2023) por la que se proyecta la instalación 30 GW de capacidad de electrólisis y 55 GW de renovables, el país no cuenta con un marco regulatorio vigente para tal vector energético.
¿Por qué? A pesar que el país sancionó la Ley N° 26123/2006, la misma no se reglamentó y tras una década y media perdió vigencia en el 2022, mientras que el proyecto de ley de H2 de bajas emisiones que propulsó la gestión de Alberto Fernández no sólo tuvo demora para ser presentado ante el Poder Legislativo, sino que ni siquiera logró tratamiento legislativo y todo parece indicar que tampoco lo tendrá, o al menos no bajo la nómina actual.
“El hidrógeno no puede estar ausente de los grandes temas energéticos en la actualidad. No podemos aceptar que esto sea una muestra de la importancia que el Parlamento dé al tema. “Hay más de 2 proyectos de ley en estado parlamentario, el que se lleve adelante debe contener una eficaz acción prioritaria en favor del H2V, el único que el mundo demandará a lo largo de las próximas décadas”, insistió Retuerto.
“Con ello las inversiones podrían impulsarse progresivamente y serán el resultado de una estrategia inteligente que atraiga radicaciones industriales a través de consorcios productivos con tecnología de punta que pueda abastecer con productos fabricados en Argentina al mercado europeo y asiático”, resaltó.
Fuente https://www.energiaestrategica.com/
Fotografía Portal Electricidad