Los proyectos del litio argentino se van haciendo realidad


Buenos Aires (EP), 12 de marzo ‘24. En los últimos doce años, Argentina fue el país que más inversión recibió para la exploración de litio en el mundo. El sector sigue escalando entre los complejos exportadores nacionales.

Argentina fue el país que más inversión recibió en el mundo para proyectos de exploración de litio, considerando el período 2010-2022. El país fue destino de casi US$ 500 millones de dólares en este período sólo en concepto de inversiones para exploración de litio. Esto representa el 22% de la inversión directa global para exploración litífera, más que Estados Unidos (16%), Australia (15%), Canadá (12%) y Chile (9%), de acuerdo con datos de Cochilco. “A nivel Latinoamérica, la participación argentina es aún más formidable, con la Argentina representando el 61% de la inversión en exploración del continente del triángulo del litio”, explica el último trabajo sobre el sector que publicó la Bolsa de Comercio de Rosario y cuya autoría es de Guido D’Angelo y Patricia Bergero.

Con tres proyectos en producción y 49 proyectos en total, el litio argentino comienza a mostrar saltos productivos y exportadores. Con este contexto, resulta importante destacar que el litio es un mineral relativamente abundante en la tierra. Se puede extraer desde roca de pegmatita con minería tradicional o a través de salmueras en reservorios acuíferos. Hoy la producción de litio se divide prácticamente en dos mitades entre estas dos formas de extracción.

En este marco, hoy el principal productor de litio del mundo es Australia, que realiza su extracción y procesamiento a través de minería tradicional. Más del 80% del litio que se extrae a través de pegmatitas en el mundo se realiza en este país. Por su parte, Estados Unidos y Canadá también tienen importantes reservorios de litio en esta forma.

Sin embargo, el impulso más fuerte de los últimos años proviene del crecimiento del litio extraído en salmuera. Los salares del norte argentino y chileno son protagonistas de ello, con especiales expectativas para un gran crecimiento del litio argentino. Asimismo, una porción relevante de la extracción del litio en salmuera se realiza en China. No obstante, esta queda para su enorme mercado interno de baterías para autos eléctricos, el más grande del mundo.

Dependiendo del tipo de batería al que se refiera, se requieren entre 4 y 8 kilos de litio para un auto eléctrico. Esto equivale entre 21 y 42 kilos de carbonato de litio, aproximadamente.

La producción de litio, que aspira a multiplicarse varias veces en la próxima década, tiene por fin principal abastecer esta demanda de autos eléctricos, que también aspira a multiplicarse. Con este contexto, no debe perderse de vista la evolución de la coyuntura económica en China. Una fuerte desaceleración de esta podría limitar el abrupto crecimiento que viene experimentando el litio a nivel global.

Además del litio, un amplio espectro de metales serán claves para la transición energética: grafito, cobalto, nickel, manganeso, cobre, silicio, molibdeno, entre otros. Sus usos serán amplios, desde la producción de baterías hasta la provisión de infraestructura para energía renovable. Lo relevante del complejo litio es que es el metal que más crecerá en su demanda mundial respecto de los otros metales.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la producción de litio debería multiplicarse por 13 hacia 2040 en el escenario actual y con las políticas ya declaradas entre todos los países comprometidos en la neutralidad del carbono. Sin embargo, si se buscara cumplir con los Acuerdos de París, la demanda debería crecer 42 veces en los próximos 17 años respecto a la demanda de 2020. En este escenario, el que le sigue en crecimiento es el grafito, que crecería 25 veces su demanda de buscarse un efectivo cumplimiento de los acuerdos.

“La oportunidad argentina está en sus altos niveles de exploración, en un mercado dónde queda mucho más por explorar y producir en nuestro país. Más todavía si lo comparamos con Australia y Chile, dos países que hoy son responsables de más del 77% de la producción mundial”, indicaron los analistas de la Bolsa.

Según el informe, esta oportunidad argentina ya se está aprovechando. Triplicando su comercio exterior, con casi US$ 700 millones exportados en 2022, el Complejo Litio se ubicó como el 18° complejo exportador a nivel nacional. Asimismo, en 2023, en el marco en una sequía histórica para la agroindustria, el Complejo Litio habría crecido más de un 20% respecto a los valores del 2022. De esta manera el litio argentino habría escalado posiciones y se habría mostrado como el 15vo complejo exportador argentino en 2023.

Sólo con las previsiones de producción de los proyectos en curso, antes de que termine esta década la capacidad productiva del litio argentino podría consolidarlo entre los principales complejos exportadores de la Argentina.

Más allá de estas perspectivas, el 2023 fue un año de fuertes bajas en los precios internacionales del carbonato de litio, por lo que resulta fundamental destacar que el desempeño exportador del litio argentino está también sujeto a variables que vienen mostrando una inusual volatilidad en los últimos tiempos.

“Sin embargo, también es importante destacar que hoy pueden tomarse proyecciones de producción de 15 de los 49 proyectos de litio en Argentina, ya que los demás todavía no han estimado su potencial productivo de encontrarse viable la extracción. Este es otro factor que puede afectar sustancialmente las proyecciones de mediano plazo para el litio argentino, en este caso con el potencial de impulsarlo aún más arriba”, explica el trabajo.

Avance de un gigante chino

El gigante chino Ganfeng Lithium -el mayor proveedor mundial para la producción de baterías de litio- compró el 15% del proyecto salteño de Pastos Grandes, propiedad de Lithium Argentina, la filial local de la minera canadiense Lithium Americas de quien es socio en otros proyectos.

La china, que ya invirtió en seis salares de la Argentina, desembolsó US$ 70 millones en acciones emitidas de Pastos Grandes. Este, se ubica en la misma cuenca que Sal de la Puna, también propiedad de la minera china y a 100 kilómetros del proyecto Caucharí-Olaroz -el más grande del país-controlado por la empresa argentina Minera Exar, conformada por Lithium Argentina, Ganfeng y Jemse (Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado).

Fuente: puntal.com.ar