Buenos Aires (EP), 29 de abril ‘24. El Valaris DS 17 cuenta con un complejo industrial entero pero flotante y hasta posee su propio helipuerto. Tiene capacidad para 210 personas.
Con el buque perforador Valaris DS-17 que aguarda por sortear los controles migratorios y de Aduana a unas millas de distancia de Mar del Plata, la industria offshore se prepara para poner en marcha las tareas de búsqueda de petróleo en el Mar Argentino. Los resultados podrían cambiar la matriz productiva de la ciudad y el país.
La nave contratada por Equinor, la empresa operadora del bloque Cuenca Argentina Norte 100 (CAN 100), fue fabricada en 2014 por la compañía Rowan Deepwater Drilling GIB y tiene capacidad para 210 personas.
El Valaris DS-17 es dimensiones colosales. Mide 229 metros de eslora y 36 de manga. Es decir, tiene más de dos cuadras de largo. Por su tamaño, el buque se vio imposibilitado de ingresar al Puerto de Mar del Plata y desde el martes a la madrugada permanece en rada a una distancia de 16 millas náuticas (28 kilómetros).
La nave cuenta no solo con equipamiento de punta, sino que se trata de un complejo industrial entero pero flotante, que incluso posee su propio helipuerto para por medio del cual se recibirán provisiones y se realizará el movimiento de la tripulación.
El buque será el encargado de realizar la perforación del pozo Argerich X1, el primero en aguas ultraprofundas del Mar Argentino. Tiene previsto avanzar a una profundidad de 1.527 metros al lecho marino y a más de 4.000 metros bajo el suelo.
Ante el posible inicio de la perforación del pozo Argerich, una fuente consultada por este medio indicó que “los trámites en otros buques suelen tardar dos o tres días pero este es un caso especial”.
La presencia del barco no pasó desapercibida por estas aguas y aunque algunos -con mucho esfuerzo- lo pudieron retratar desde las playas del Faro hacia la localidad vecina de Miramar, cabe resaltar que no será visible el trabajo de las naves que se ubicarán a más de 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata.
Finalizada la evaluación, el pozo sería cerrado de manera permanente con cemento, en cumplimiento de todas las medidas de seguridad necesarias, siguiendo los protocolos para dicha actividad. Dicho proceso llevaría aproximadamente 60 días. En el caso de encontrarse petróleo o gas, el proyecto Argerich I ingresaría en la siguiente etapa, que es la que establece límites del yacimiento con pozos diseñados para testear el fluido de producción. Luego, en una tercera etapa, se perforarían los pozos para producir petróleo comercialmente.
El área a explorar tiene grandes similitudes geológicas con las costas de Namibia y el inicio de las tareas enciende grandes expectativas después de los hallazgos de importantes dimensiones que se concretaron en África: en el bloque Graff-1, Shell encontró crudo liviano y podría alcanzar los 1000 millones de barriles, mientras que el yacimiento Venus, de la francesa Total, podría albergar hasta 3000 millones.
Los estudios sobre uno de los 10 bloques aptos para explorar indican que el potencial del offshore a 300 kilómetros de la costa bonaerense es superior a una Vaca Muerta. Siguiendo los modelos de Brasil y Noruega y si se comprueba el hallazgo, en una primera etapa podrían instalarse cuatro unidades flotantes de almacenamiento y descarga de producción (FPSO, por sus siglas en inglés) hasta llegar a 24 FPSO en el pico de actividad, lo que permitirán una producción de hasta 2 millones de barriles equivalente de petróleo.
Se estima que la perforación del primer pozo de hidrocarburos offshore en la Cuenca Norte del Mar Argentino y el hallazgo de petróleo convencional abrirá la oportunidad de generar inversiones por u$s40.000 millones en componentes nacionales y la contratación de 125.000 trabajadores para el sector durante las próximas tres décadas.
Fotografía Offshore Magazine