Mendoza (EP), 30 de abril ‘24. A 3.000 metros sobre el nivel del mar, en los últimos tres años un grupo de empleados de EMESA y dos pymes mendocinas se las ingeniaron para llevar equipos y reactivar el área petrolera más elevada de todo el país: Vega Grande, ubicada sobre la Cuenca Neuquina, en la zona de El Sosneado, en el departamento de San Rafael.
Y ahora, la empresa provincial de energía busca que un privado se haga cargo de la operación, cuya concesión vence en 2046.
«Concurso público para la cesión de derechos del área hidrocarburífera Vega Grande», dice el pliego publicado por EMESA, que luego de que El Trébol abandonara ese yacimiento, en 2021, quedó a cargo de la operación junto con dos empresas locales: VenOil Energía y Jet Oil Tecnology.
Entre las tres hicieron trabajos de puesta a punto, evaluaciones técnicas, inversiones en infraestructura, reparaciones, análisis de reservas y reactivación de la producción: de estar abandonado por casi tres años pasó a producir ahora unos 6 metros cúbicos, apenas 6.000 litros por día, un «chorrito» para parámetros petroleros.
Vega Grande representa una porción muy pequeña dentro del negocio de los hidrocarburos de Mendoza: en marzo, produjo 159 m3, lo que equivalió a apenas el 0,06% de la producción total de crudo de la Provincia de Mendoza, que alcanzó los 264.827 m3.
Por ello, en EMESA visualizan que los potenciales interesados sean empresas pequeñas, como las actuales socias en ese yacimiento, u otras petroleras de una envergadura similar. Un especialista del sector nombró al Post un nombre: WICO, dueña de una pequeña refinería en el Parque Industrial de Luján. Y prácticamente descartó a Aconcagua Energía. «Creo que el área les queda chica», sugirió.
Más allá de los niveles de producción, ese «chorrito» de petróleo a 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar, Vega Grande, es importante por dos motivos. Por un lado, sirvió para demostrar que EMESA puede operar un área petrolera y ponerla en producción, algo que no había ocurrido desde la creación de la empresa estatal en la época de Paco Pérez. Y, además, la eventual cesión de derechos de EMESA a otro operador deberá ser analizada y aprobada por el Ministerio de Energía y Ambiente, lo que le servirá para estar «entrenados» en la materia una vez que YPF empiece a vender los activos de los que quiere desprenderse en Mendoza.
El proceso de búsqueda de un nuevo operador no es una licitación, ya que no está a cargo del Estado, sino de una empresa: EMESA. Por más que sea estatal, le vale el mismo proceso que a cualquier petrolera que tiene una concesión y que desea venderla. De todas formas, al ser controlada por el Estado, debe realizar un concurso, como el que lanzó días atrás. Y una vez que se elija una compañía para que se haga cargo de Vega Grande, ahí sí intervendrá el Ministerio de Energía y Ambiente para aprobar o rechazar la sesión, a partir del análisis de antecedentes y capacidad para determinar si está en condiciones de cumplir con los compromisos asumidos por el operador original a lo largo de toda la concesión (hasta 2046).
El aviso de EMESA
Las empresas que quieran convertirse en operadores de Vega Grande deberán presentar sus ofertas antes del próximo 8 de mayo en la sede de EMESA (Patricias Mendocinas y Gutiérrez). Para ello, deberán comprar un pliego de 1.000 dólares. Luego, el 17 de mayo, la Empresa Mendocina de Energía S.A. procederá a la apertura de sobres.
Más allá de las diferencias sustanciales de capacidad de producción, el proceso para autorizar la cesión de Vega Grande a otro operador podría servir de «entrenamiento» en la Dirección de Hidrocarburos para lo que se vendrá a partir del plan de YPF para desprenderse de 14 áreas mendocinas, tanto en la Cuenca Cuyana como en la Cuenca Neuquina.
Meses atrás, YPF anunció el «Plan Andes», que básicamente comprende en la venta de 55 activos en todo el país, entre ellos 14 concesiones petroleras en Mendoza que no son rentables para la compañía, para focalizarse en Vaca Muerta.
De las 14 áreas que YPF quiere devolver en Mendoza, 6 están en la Cuenca Cuyana -Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras- y 8 en la Cuenca Neuquina -El Portón, Chihuido de la Salina, Chihuido de la Salina Sur, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, , Confluencia Sur, Llancanelo y Llancanelo R-. En algunos casos, la compañía de bandera podrá vender su participación a otras petroleras (en un par es socia de otras compañías), o devolver áreas a la Provincia, especialmente en aquellas cuya concesión está próxima a vencer.
Entre estas 14 áreas que YPF puso a la «venta», en marzo se produjeron 86.892 metros cúbicos de crudo (tabla superior), lo que representa el 33% del total de crudo que se extrajo en Mendoza en el mismo periodo: unos 264.827 metros cúbicos.
Fuente: Mendoza Post
Fotografía Diario San Rafael