Buenos Aires (EP), 24 de diciembre 2023. La compañía liderada por los empresarios Diego Trabucco y Javier Basso adquirió los activos locales Orazul Energy. De esta manera, Aconcagua Energía se expande hacia los negocios de generación de energía térmica e hidroeléctrica y suma proyectos de generación eólica. Aconcagua apuesta a convertirse en un grupo energético carbono neutral.
Aconcagua Energía, una de las principales petroleras independientes de la Argentina, que también tiene dentro de su portfolio proyectos de producción de energía eléctrica, cerró este jueves la adquisición de los activos locales de generación de Orazul Energy, que es propiedad del holding Inkia Energy. Orazul cuenta con centrales térmicas y renovables y también y también tiene presencia en el segmento de comercialización de energía eléctrica y gas natural.
Mariana Schoua, actual presidenta de Orazul Energy en el país, se integrará al equipo de Aconcagua que lideran Diego Trabucco y Javier Basso, los dos accionistas del grupo, y será la CEO de Aconcagua Energía Renovable, la unidad del holding enfocada en la generación de generación eléctrica. Schoua, una profesional con más de 20 años de trayectoria en el sector eléctrico, tendrá el desafío de buscar nuevas oportunidades de expansión en el segmento de generación, fundamentalmente en el campo de las renovables.
Aconcagua se convirtió en uno de los jugadores más dinámicos de la industria con tres verticales bien definidos: el primero es el upstream, donde se posicionó como uno de las petroleras independientes con mayor expertise en el desarrollo de campos maduros o ‘viejos’, como los denominan en la empresa, es decir, aquellos reservorios convencionales que llevan décadas en explotación pero que aún ofrecen oportunidades para incorporar valor, tanto de la mano de la eficiencia operativa y la incorporación de tecnología como de la exploración de brownfields.
La experiencia de Trabucco y Basso, dos profesionales con amplia experiencia en el negocio de E&P de hidrocarburos, es clave en el posicionamiento como petrolera independiente.
La segunda línea de negocios del grupo está enfocada en los servicios. Aconcagua apostó por la integración hacia adentro de los servicios petroleros que son core en la explotación de los campos. Prueba de eso, por ejemplo, es que cuenta con su propio equipo de perforación. La optimización de costos se da de manera natural por esa sinergia.
La tercera línea busca apuntalar el desarrollo de las energías renovables y a partir de ahora estará liderada por Schoua. Cada línea está vehiculizada, a su vez, en una sociedad diferente, a fin de poder financiar de forma autónoma el crecimiento en cada segmento.
En renovables, por ejemplo, apelará a una línea de Obligaciones Negociables (ON) en cabeza de Aconcagua Energía Renovables en la bolsa porteña para solventar el desarrollo de energías alternativas a las fósiles.
En diálogo telefónico con EconoJournal, Basso destacó que “la adquisición de estos negocios (de Orazul Energy) se encuentra alineada con nuestra visión de convertirnos en un grupo energético carbono neutral”.
En tanto que Trabucco, presidente del Grupo Aconcagua, sostuvo que “estamos orgullosos de todo lo que hemos logrado en el año». «Gracias al compromiso y profesionalismo de nuestra gente, consolidamos un rápido crecimiento de nuestras operaciones, alcanzando importantes resultados en el upstream, midstream, servicios petroleros y gas y energía”, destacó.
Aconcagua es una de las compañías independientes que más activa se mostró a lo largo de 2023. En febrero de este año, por ejemplo, alcanzó un acuerdo estratégico con Vista, la petrolera que conduce Miguel Galuccio, para operar y adquirir los principales yacimientos convencionales de esa compañía en Neuquén.
Unidades de negocios
Dentro de los activos de Orazul Energy que sumará Aconcagua figuran la central hidroeléctrica Cerros Colorados–Planicie Banderita, de 479 MW de potencia, la central térmica Alto Valle (97 MW); participaciones en la central Manuel Belgrano, en la central San Martín y en la central Vuelta de Obligado (46 MW); además del proyecto eólico Coronel Dorrego (60 MW).
La concesión de la represa Cerros Colorados expirará en breve, por lo que Aconcagua está a la espera de que el gobierno informe cuál será la estrategia que llevará adelante con ese y otros activos hidroeléctricos —muy probablemente una nueva licitación para reconceder las obras a un privado— para mantener la operación del activo.
Con la adquisición de las centrales de Orazul, Aconcagua consolidará una participación total de 832 MW de potencia desglosada en hidráulica (479 MW), térmica (178 MW), solar (115 MW) y eólica (60 MW).
“Esto posiciona a Aconcagua Energía como un nuevo actor relevante en el segmento eléctrico, con la meta de incrementar sus negocios para alcanzar 1 GW (1.000 MW) de potencia en los próximos años”, precisaron en la empresa.
Sumado a estas nuevas unidades de negocio, desde la firma dieron a conocer que incorporaron 102 colaboradores al equipo de trabajo para llevar adelante las operaciones integradas.
El grupo Aconcagua Energía controla las siguientes empresas subsidiarias: PAESA (Petrolera Aconcagua Energía S.A.), AERSA (Aconcagua Energías Renovables S.A.) y AENSA (Aconcagua Energía Servicios S.A.).
Fuente: EconoJournal
Fotografía: Digitouch Creative