Buenos Aires (EP), 15 de mayo ‘24. Desde la Cámara Argentina de Empresas Mineras emitieron un comunicado expresando su defensa al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones. Vea el comunicado.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) es una herramienta esencial para que el país pueda poner en marcha la producción minera y de otros sectores estratégicos, al generar un marco de certidumbre. En este sentido, es nuestro deseo que en el Poder Legislativo se generen los acuerdos necesarios para que el texto contemple las necesidades y desaparezcan las dudas sobre su importancia.
Frente a las preocupaciones que se han hecho públicas en estos últimos días, deseamos aclarar tres cuestiones clave:
La ley es fundamental para que se concreten las inversiones: Argentina tiene en carpeta una serie de grandes proyectos mineros que se encuentran en compás de espera desde hace varios años -fundamentalmente por cuestiones macroeconómicas- que serían capaces de impulsar el crecimiento económico y laboral. Nos referimos a yacimientos de cobre, litio, oro y plata, entre otros, que permitirían triplicar las exportaciones minerales nacionales.
Tomando solo los proyectos más avanzados, estimamos hacia el 2030 inversiones cercanas a los 25.000 millones de dólares. El RIGI permite alcanzar la competitividad nacional y contar con un plan de largo plazo.
La cadena de valor es parte indiscutible de la industria minera. De hecho, interactuamos con proveedores de todo el país que vienen trabajando con la industria minera de una manera eficiente y satisfactoria, muchos de ellos asociados a CAEM. La actualidad de la industria minera nos muestra distintos escenarios: el litio avanzando con proyectos en pleno desarrollo con una fuerte participación de proveedores locales, el del cobre, donde se encuentra demorado el inicio de la construcción de proyectos de envergadura, sumado a que los yacimientos de oro y plata actualmente en producción (que representan el 70% de las exportaciones nacionales) se encuentran mayormente en fase de declive productivo sin que se vislumbre un relevo en el corto plazo, lo que genera gran preocupación para los proveedores mineros, que verán achicado su mercado si no se toman medidas. Sabemos que el RIGI traerá desarrollo y crecimiento a los proveedores. Por otra parte, la concreción de los proyectos mencionados contribuirá a la generación de miles de puestos de trabajo en las distintas etapas de construcción y de producción. Esto es especialmente destacable para el desarrollo de las provincias, dado que se genera empleo de calidad en zonas que no cuentan con otras industrias, impulsando el crecimiento de las economías regionales.
Solo la puesta en marcha de nuevos proyectos permitirá el desarrollo de nuevos proveedores. CAEM reafirma su compromiso con la industria nacional. Es por eso que trabajamos junto a instituciones empresarias y cámaras nacionales y provinciales para seguir apoyando el crecimiento industrial argentino. Una industria minera fuerte es la base de un abanico de pequeñas y medianas empresas que forman parte de la cadena productiva de la minería. Para la actividad minera es fundamental asegurar la mayor cantidad de provisión local a través de proveedores de bienes y servicios locales.
Adicionalmente, la puesta en marcha de grandes proyectos requiere de la participación de la industria de la construcción, que en la actualidad se haya ralentizada. Se trata por tanto de poner en marcha un motor que impulsa a los sectores que lo rodean.
Como argentinos, consideramos que el RIGI generará beneficios para nuestro país, en un momento tan crítico como el actual y permitirá un crecimiento ordenado y constante en las próximas décadas. Sabemos la importancia de la industria local y la única forma de defenderla es poniendo en marcha los grandes motores de la Argentina, entre los cuales la minería tiene un rol estratégico.
Fuente CAEM