Buenos Aires (EP), 17 de junio ‘24. Roberto Cacciola, Presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), analiza los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la industria minera en el país
En diálogo exclusivo con Movant Connection, el titular de CAEM aborda la necesidad de mejorar el marco legal de la actividad minera en el país para fomentar la confianza entre los inversores, optimizar la infraestructura logística y garantizar prácticas mineras sostenibles. De acuerdo con Roberto Cacciola, la minería podría convertirse en un pilar fundamental para la economía argentina.
¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la industria minera en Argentina?
En la Ley Bases que se está tratando actualmente hay un capítulo específico, el Régimen de incentivos para grandes inversiones (RIGI), que la minería lo está esperando, así como también las industrias del gas, el petróleo y las energías renovables. Esta ley va a posibilitar que se tomen decisiones importantes sobre proyectos fundamentalmente de cobre.
Nos referimos a una inversión total, para cinco proyectos, que ronda los 22 mil y 25 mil millones de dólares. Estos emprendimientos, que están listos para desarrollarse, trabajando simultáneamente a máxima capacidad, aportarían al país entre 9 mil y 10 mil millones de dólares anuales adicionales de exportación.
Cabe señalar que la construcción de un proyecto minero demora entre 4 y 5 años, y en su época de construcción cada uno ocupa en forma directa alrededor de 4.000 personas, sin mencionar a proveedores asociados, contratistas, etcétera.
Este es un punto fundamental por el cual nosotros estamos expectantes de que esta ley finalmente avance, porque, lamentablemente, el mundo perdió confianza en Argentina, y esta ley viene a recomponer eso. Sin confianza no hay inversores y existe esa comparación “odiosa” con Chile, que desarrolló su minería de cobre y hoy es el principal productor mundial. Mientras que Argentina no lo es, no porque no haya proyectos, sino porque las condiciones macroeconómicas en Chile han sido estables en los últimos 45 años y en Argentina no.
El cobre es el principal metal para la transición energética por varios motivos. Es el mineral más utilizado en todo lo que sea conductividad, sin mencionar que no puede ser reemplazado. El litio, si bien tiene unas propiedades muy importantes, es necesario que se desarrolle. Es fundamental, pero no garantiza su permanencia en el “top level”.
¿Cuáles son los cambios necesarios para que el sector minero desarrolle su potencial?
Volviendo al tema de la confianza, hay algunos aspectos básicos en esta Ley Bases que son fundamentales. En primer lugar, Argentina no es competitiva en términos de carga impositiva. Un proyecto de cobre en nuestro país tiene, en su periodo de operación, una carga impositiva del 50,5%, mientras que en Chile ronda el 40%, Perú el 43%, y Canadá, Australia y Estados Unidos menos del 40%. Esos son los países con los que competimos como destino de inversión. Entonces, esta ley viene a tratar de equilibrar la competitividad de la carga impositiva.
El segundo aspecto es quitar las retenciones para estos proyectos. El tercer tema tiene que ver con la estabilidad fiscal, que con la ley actual de inversión en minería no se ha respetado en su totalidad y hubo proyectos en los que no se ha devuelto la carga impositiva resultante por encima de su modelo de estabilidad fiscal. El cuarto punto se relaciona con la libre disponibilidad de divisas, que debe ser lo suficientemente importante para que quienes financien o inviertan directamente aseguren el repago de los préstamos. El quinto punto es que los inversores tengan la posibilidad de reclamar en el exterior, agotadas todas las instancias locales.
Finalmente, el último punto es que el IVA de la construcción, que es mucho dinero, se devuelva en tiempos prudenciales. Las devoluciones toman dos años y son totalmente devaluadas.
Estos puntos son elementales para que el inversor extranjero pueda tomar una decisión.
¿Qué beneficios económicos genera la minería para el país?
Durante una exportación minera más del 80% vuelve al país, es decir, si exporto por 100 no menos de 80 regresan para pagar impuestos provinciales, nacionales, mano de obra, insumos, repuestos y servicios que se producen en el país. En una situación de negocio normalizado el inversor extranjero se lleva un 10% de lo que exportó para empezar a tener utilidades. Muchas veces se dice que las compañías mineras pagan el 3% de regalías y se llevan todo el resto, pero no asumen que hay muchos costos asociados.
También es importante todo el efecto derrame que genera el sector, ya que hay contratación de mano de obra fundamentalmente local. El 95% del personal que trabaja en la actividad minera es nacional y ese es un tema que tenemos que preservar.
En 2023, la minería argentina exportó por 4 mil millones de dólares, de los cuales 3 mil millones correspondieron al oro y la plata, alrededor de 850 al litio y el resto a minerales no metalíferos. El oro es la base de la exportación en la actualidad.
El gran problema con el oro y la plata es que la mayoría de los proyectos están “maduros”, lo que significa que se van acercando a su final, donde también hay una baja de calidad. Entonces, hay también una necesidad de estimular nuevamente la explotación de oro y plata.
Sin embargo, si se avanza con los proyectos de cobre, la base de la exportación va a ser este mineral.
¿Cuáles son los principales desafíos logísticos vinculados con la actividad minera?
No hay actualmente infraestructura logística que permita llevar adelante los cinco proyectos de cobre antes mencionados en simultáneo. Es importante mejorar totalmente la red vial de conexión con los estados provinciales, así como también cuestiones relacionadas a la red eléctrica y acceso al gas.
La minería está concentrada desde Mendoza hacia el norte. Las provincias cupríferas son San Juan (la principal); Mendoza, que quiere volver a la minería; Catamarca, Salta y, posiblemente, se sumen La Rioja y Jujuy. Toda esa zona va a necesitar cambios estructurales en materia de infraestructura incluyendo la llegada de energía. El litio en este momento, con distinto grado de avance, tiene seis proyectos en producción que ya están necesitando más infraestructura.
¿Cómo ha evolucionado la minería en Argentina para minimizar el impacto ambiental?
Los recursos minerales pertenecen a las provincias, al igual que los controles ambientales. Hubo avances muy significativos en casi todas las provincias que han desarrollado su minería para tener una actividad con el menor impacto ambiental posible. En este sentido, la minería es la única actividad en el país que tiene su ley ambiental propia (la ley 24.585).
Se pone mucho énfasis en dos temas fundamentales: la seguridad de las personas y el control ambiental. Si las minas no actuaran con responsabilidad, los primeros afectados serían sus trabajadores.
Es un sector que tiene que cuidarse mucho más que cualquier otro porque permanentemente es atacado por preconceptos. Lógicamente, no es la misma minería de hace 40 años atrás. Además, Argentina tiene la gran ventaja de no contar con mucha trayectoria en minería, por lo que no tiene pasivos ambientales, debido a que la mayoría de los proyectos que están operando nacieron con una conciencia ambiental muy fuerte.
¿Cómo visibilizarías el vínculo diario que tenemos las personas con la actividad minera?
Por ejemplo, un celular tiene oro, plata, cobalto, cobre, aluminio y litio. Sin todos esos elementos no se podría contar con estos dispositivos. La minería de avanzada está presente en la industria farmacéutica y médica, en los tomógrafos, equipo de rayos, quirófanos, etc.
Por otro lado, no solemos tomar consciencia de que todo lo que nos rodea tiene minería, ya que está presente en las paredes, las puertas, las ventanas y en más del 90% de todo lo que utilizamos diariamente.
¿Cuáles son tus expectativas para el sector?
Hace 50 años que venimos hablando del potencial minero argentino. La expectativa es muy grande. Argentina tiene que construir confianza, y ya hoy se la está mirando distinto. Por eso es importante avanzar con la Ley Bases, para que el inversor extranjero cuente entre sus opciones con nuestro país.
Fuente Por Redacción Movant – Infobae
Fotografía Soy Chile