Buenos Aires (EP), 22 de junio 2023. La directora del Programa de Ciudades de Cippec, María Boix, profundizó sobre las problemáticas del cambio climático en las ciudades argentinas.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) es una organización sin fines de lucro de Argentina que se dedica a promover políticas públicas efectivas en diversas áreas, incluyendo el medio ambiente.
A través de la investigación rigurosa y el diálogo con actores clave, Cipecc busca generar propuestas basadas en evidencia para abordar desafíos ambientales, como la conservación de recursos naturales, el cambio climático y la promoción de prácticas sostenibles. Para ahondar en el tema medioambiental y la vida urbana, la directora del Programa de Ciudades, María Victoria Boix dialogó con MDZ.
-María Victoria Boix, directora de Programa de Ciudades de Cippec. Gracias por recibirnos para hablar sobre cuestiones referidas al medio ambiente y al urbanismo.
-Muchas gracias Gonzalo por invitarnos a hablar en este espacio.
-¿Cuáles creen que son políticas viables que se puedan hacer en la Ciudad de Buenos Aires para generar una transformación a una ciudad verde?
-Las grandes ciudades, como la Ciudad de Buenos Aires, tienen tres grandes fuentes de emisiones; o sea que sí estamos pensando en eso. Energía, energía de edificios, de hogares y de edificios públicos. Eso explica, en la Ciudad de Buenos Aires, alrededor del 50% de las emisiones. Otro 20% está relacionado con el transporte y un 17%, aproximadamente, de residuos.
Entonces, ahí hay que apuntar un poco los cañones, a esos tres grandes rubros. Creemos que la Ciudad de Buenos Aires ha hecho un recorrido muy importante; por ejemplo, al priorizar el transporte público, en reducir poco lo que es desincentivar el uso de los autos, en generar «microcentralidades» que permitan menos traslados en la vida cotidiana.
Hay que seguir promoviendo esto y también trabajar en algunas estrategias más específicas. Dar el siguiente paso. Algunos de estos pasos pueden ser cómo adecuamos nuestras eficiencias, la eficiencia energética en todos los edificios, tanto públicos como como en los de las viviendas y los hogares de cada uno de nosotros. Entonces ahí hay mucho para hacer. Los códigos no están incentivando necesariamente esto. Hay estrategias a nivel mundial que tienen que ver con con la incorporación de certificaciones de etiquetado energético, de generar también más incentivos para que la gente adopte aires acondicionados, estufas, termotanques mucho más eficientes. Las nuevas tecnologías generan muchísimo menos el gasto y eso redunda en una mejor eficiencia energética.
-En la ciudad, como todo el país, como todas las personas, están atravesando un momento de crisis económica y con una pobreza creciente. ¿Todo esto se puede enfocar de una manera en la que genere menos costo para el Estado, que está necesitado de también cumplir con otras, con otras funciones?
Sí. La eficiencia energética genera obviamente que tengamos menos gasto en el mediano plazo. El problema de muchos ante este tipo de desafíos es que por ahí vas a tener esa ganancia en el mediano plazo y no en el corto. Por eso es muy importante decidir estratégicamente y hacer cosas de forma paulatina.
Esto que te decía de la educación de los edificios, las estrategias de dar en el mundo, no es de decidir de un día para el otro que todos los edificios tienen que ser construidos con certificaciones. No se va haciendo de forma paulatina, se va empezando a mostrar, por ejemplo, a la ciudadanía, a generar demanda en el mercado, y eso empieza a tener también un valor económico.
Se empiezan a diferenciar las marcas también por el «que te da», es ese diferencial energético y en el fondo termina redundando en la mejora de los bolsillos de los ciudadanos y también de los Estados que implementan estas estrategias que, en definitiva, gastan menos en el mediano plazo.
-Argentina, por suerte, porque eso significa desarrollo, tiene un número importante de ciudades, de urbes que tienen un conglomerado urbano alrededor de una gran dimensión ¿Esa contaminación se ve replicada en todo el país o es algo que se presenta principalmente en el AMBA?
La contaminación no solamente en términos de contaminación ambiental. Tenemos contaminación sonora, que eso se da también en todas las todas las grandes urbes, del aire y el agua, principalmente, que en el país es una problemática muy fuerte y no se ve tanto.
En términos de agua, por ejemplo, tenemos 27% de la población que aún no tiene cloacas. No, uno no piensa, no lo asocia rápidamente con contaminación, pero es una fuente de contaminación importante de las napas y eso redunda en nuestra calidad de vida. Y eso se da sobre todo también en provincias del Norte, pero esta distribuido en todo el país, Conurbano también. Después tenés muchos problemas jurisdiccionales, se vierten deshechos desde las industrias a los ríos y demás, y eso requiere una regulación que no es de única jurisdicción.
También tenemos contaminación del aire y ahí hay muchísimo que tiene que ver con lo que te decía recién de las tecnologías de nuestra flota, donde hay tal vez flotas de transporte público y privado muy antiguas. Eso emite muchísimos gases y eso se va mejorando tanto con desincentivar el uso del auto, generar otras opciones de movilidad más sustentable, ciclovías, espacios donde no se pueden ingresar con el auto y mantenés una calidad del ambiente óptima. La infraestructura verde es fundamental para reducir la contaminación, reducir las emisiones de carbono y también para reducir, por ejemplo, el calor. Cuando tenemos una ola de calor o ir atrasando cómo se va filtrando el agua de lluvia y genera menos inundaciones, entonces ese tipo de estrategias te permiten trabajar un poco de forma integral.
-Publicaron hace poco un informe de la ciudad de Mendoza y la ciudad de Rosario como distritos que están impulsando políticas verdes.
Sí, nosotros encontramos que hay 78 ciudades de Argentina que ya tienen, por ejemplo, un plan de acción climática. Entre ellos están Rosario, Mendoza. Cada uno tiene su característica distintiva. Por ejemplo, cómo destacar que Mendoza hoy está trabajando con inteligencia artificial para detectar, por ejemplo, microbasurales. Los los microbasurales o los basurales a cielo abierto son una fuerte fuente de contaminación. Entonces es muy importante que las puedan detectar y no les permitan crecer y están buscando distintos tipos de estrategias, también para avanzar con el uso de tecnología, para trabajar en pos del cambio climático.
Rosario, por ejemplo, es pionero en todo esto de etiquetado de edificios. Es una de las ciudades que ha impulsado esto, pero por ejemplo la ciudad de Santa Fe, ha trabajado muy fuerte en gestión de riesgos. Estos tuvieron una inundación muy importante unos años atrás y han podido trabajar en esta materia, generaron obras específicas e hidráulicas y también un sistema de alerta temprana muy fuerte, con protocolos muy bien estandarizados, que también es parte de lo que es «ser verde», no solamente trabajar para mitigar o reducir las emisiones en el mediano plazo, sin prepararnos. Hay una realidad climática que cambió y nosotros tenemos que estar preparados, porque además las poblaciones más vulnerables, los barrios populares, sobre todo las mujeres y los niños, los adultos mayores, están más expuestos. Entonces es importante trabajar en detectarlos, dónde están los sectores con más vulnerabilidad y poder actuar en consecuencia y generar protocolos.
-¿Hay modelos que se pueden importar a nuestro país sobre el cuidado del medio ambiente?
De hecho, estos planes de acción climática que te comento vienen, por ejemplo, muy impulsados por las redes del C40, que tiene muchísimas ciudades de todo el mundo. Hoy la ciudad de Buenos Aires y la ciudad de Santa Fe hicieron su estrategia de resiliencia urbana que viene de las redes en ciudades resilientes. Hoy por hoy se está trabajando también en estrategias más focalizadas.
Nosotros estamos impulsando en Argentina estrategias que están haciéndose en Santiago de Chile o en ciudades de Estados Unidos, por ejemplo, que se focalizan en el calor urbano. Tuvimos o tenemos olas de calor cada vez más frecuentes, temperaturas más altas que implican un riesgo de vida e implican también una peor calidad de vida en un montón de aspectos.
Se pueden armar acciones concretas, específicas para esto. Hay otro tipo de modelos, por ejemplo, en Francia, en París, adoptaron hace un tiempo la «ciudad de los 15 minutos». Esto que significa tratar de tener todo cerca de tu casa, que no necesites hacer traslados al microcentro o a otro punto lejano de tu ciudad para hacer tus cosas cotidianas.
Eso tiene un montón de beneficios para la ciudad, porque vos no necesitás trasladarte, podés realizar y aprovechar mejor tu tiempo y en términos medioambientales es muy beneficioso porque, sin tener traslados, un montón de estas cuestiones que veníamos conversando.
-¿Por qué crees que el tema de del cambio climático no aparece en la agenda político o en la agenda partidaria?
Bueno, creo que hay algunos factores que lo llevan, depende un poco de también de que cuestiones tengan para mostrar. Pero el cambio climático, como requiere también una mirada muy de largo plazo y de inversión, muchas veces, como vos mencionabas al principio se lo percibe como que no le cambia el metro cuadrado al vecino, a la vecina. Pero como estamos viendo sí lo hace. Pero es algo quizás más difícil de entender que quizás los problemas que estamos viviendo hoy, como la inflación o problemas de empleo.
Son cuestiones que tienen más mediano y largo plazo y creo que también por eso muchas veces no está en nuestra agenda cotidiana, pero por suerte creo que hay una juventud cada vez más comprometida con esta temática que va empujando esto en la agenda pública.
-¿Hay una vuelta atrás del cambio climático?
No, la verdad es que la nueva realidad climática llegó para quedarse. Lo que sí tenemos mucho para hacer es tratar de no superar los umbrales que se consideran más peligrosos y por eso es muy importante que actuemos ya en acciones concretas, porque las ciudades además es donde más se generan.
Los gases de efecto invernadero son 70% más o menos, surge de las ciudades en todo el mundo. Por otro lado, es donde están las soluciones, donde también está la gente viviendo y sufriendo esas consecuencias.
-Argentina, según trascendió, es uno de los países que menos carbono emiten ¿Por qué le dirías a una persona que, a pesar de esto, tenemos que trabajar igual?
Mirá, nosotros somos de los que menos emiten, pero el sur global es donde más se reciben los efectos. Eso también está estudiado. Hay un debate global sobre quién debería pagar por esos daños y perjuicios. Pero este verano tuvimos el verano más caluroso de nuestra historia en por lo menos de lo que se registra y que se tiene registro periódico.
Entonces eso sabemos que existe y ya nos afecta. Entonces ya deberíamos estar trabajando por lo menos para adaptarnos a esta realidad. Entonces sí sabemos que podemos tener lluvias más frecuentes e intensas, sabemos que tenemos olas de calor muy fuertes e intensas. Estás en Mendoza y sabés que tenés problemas con el agua y que encima si no nieva, digamos durante el verano, probablemente tengas más problemas también con el agua, que es de los que ya tenías originalmente.
Necesitamos actuar ya porque nuestra calidad de vida está en riesgo. Sobre todo también, como te decía, quizás hay una parte muy invisibilizada, pero todos los barrios informales que tenemos en nuestro país, más de 5 millones de personas viven ahí. En general, no tienen acceso a la sombra de un árbol, por ejemplo, y eso también es parte de adaptarnos al cambio climático.
Es poder pensar la infraestructura verde donde hoy no llega, donde está atrasada la ciudad, poder acceder a los servicios básicos, la conexión con el agua, las cloacas, estas cuestiones que también son básicas pero son fundamentales para atravesar y prepararnos. Estar bien preparados para cuando tengamos un evento climático extremo.
-En Buenos Aires se está trabajando en obras sobre el Río de la Plata para cambiar la fisionomía de la Costanera, olvidada por el porteño, para que sea habitable y con parques ¿Cuánto puede influir este aumento de metros cuadrados verdes en la ciudad?
Mira, Siempre celebramos primero tener nuevos espacios verdes públicos, que es súper importante y hay muchos estudios que demuestran el impacto que tiene en la calidad de vida de la gente. Lo que tiene la Costanera es que está más alejada de donde hay más densidad poblacional. Entonces ahí lo que tenemos es un desafío de hacer que la gente pueda llegar ahí.
Por ejemplo, barrios como Boedo no tienen plazas. Entonces siempre en estas ciudades tenemos ese tipo de cuestiones y desafíos. Cómo pueden influir igual e ir generando corredores verdes que se van conectando entre sí. Son muy buenos para generar biodiversidad. Entonces en el mediano plazo generan múltiples beneficios para la ciudad en su conjunto. Así que celebramos ese tipo de iniciativas.
-Argentina es un país con grandes reservas de agua dulce. Tiene esa dicha y al mismo tiempo hay una irresponsabilidad en el trato del agua. Es como que «hay tanta que nunca se va acabar» ¿Cuánto le costaría a la Argentina? adaptarse a una nueva realidad del tratamiento del agua.
Eso varía de región a región, un poco como te decía, no es lo mismo el caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde tenemos una reserva muy grande versus Mendoza, donde tienen escasez o en varias provincias argentinas donde hay escasez. Entonces yo creo que hay que concentrar los esfuerzos también en donde más lo estamos necesitando. No es ser como apuntar, por ejemplo a la eficiencia energética en las ciudades donde más sea, en toda la ciudad del país, que es lo que estamos necesitando focalizar y quizás en la eficiencia y situación del uso del agua en las provincias donde se necesita, como Córdoba, Mendoza, porque son dos grandes referentes de eso y después creo que tiene mucho que ver con el cambio cultural. Una vez que nosotros somos más conscientes de que los recursos son finitos, podemos ir avanzando en otras direcciones. No me parece que hay que apuntar a todo al mismo tiempo con la misma fuerza, porque justamente primero necesitamos entender por qué es un riesgo para cada uno de nosotros para poder actuar en consecuencia.
Fuente https://www.mdzol.com/