Buenos Aires (EP), 30 de diciembre 2023. El proyecto de ley introduce una gran cantidad de cambios en el sector de la energía. La anulación de las prórrogas y la obligatoriedad de relicitar las áreas un año antes pondría al sector contrarreloj dado que hay decenas de bloques en esa condición. Un análisis punto por punto, desde la liberación del precio del petróleo y las naftas, hasta un cambio que podría dejar sin subsidios al gas en la Patagonia.
El proyecto de Ley Ómnibus que presentó ayer el gobierno al Congreso contempla una extensa modificación de la ley madre del sector de los hidrocarburos, la 17.319 que data de 1967. Mientras uno de los grandes cambios está en el espíritu de la normativa, que pasaría de ser el autoabastecimiento nacional a la promoción de la rentabilidad empresaria, una serie de artículos llevarían a que no se puedan seguir renovando las concesiones ya dadas, obligando no solo a licitar decenas de bloques en el corto plazo, sino también a poner a contrarreloj las negociaciones entre petroleras y provincias por los pasivos de cada una de esas áreas.
Las modificaciones propuestas deberán aún sortear el paso por el Congreso para convertirse en ley, pero de acuerdo al proyecto se modifica el actual Artículo 35 que permitía a las operadoras poder acceder a prórrogas de 10 años en sus concesiones.
Esto genera un cambio sustancial en todo el sector, no solo para los gobiernos como el de Río Negro que ya tenía en carpeta abrir un proceso de negociación de prórrogas para incentivar la actividad, sino para todos los actores, dado que la eliminación del derecho a prórroga se complementa con un nuevo artículo, el 47 Bis, que en resumen marca que todas las áreas que lleguen a su fin de concesión o sean revertidas, deberán ser licitadas, abriéndose ese proceso con un mínimo de un año de anticipación.
Esto implica que este proceso debería comenzar este mismo año, dado que son muchas las áreas hidrocarburíferas de todo el país que vencen entre 2025 y 2027. Puntualmente, en el caso de Río Negro tres áreas vencen en 2025 y estarían en este plazo ajustado para la licitación, pero el escenario es mucho mayor ya que sobre 33 concesiones que tiene la provincia, 20 vencen entre 2025 y 2027 y 6 más en 2028.
En Neuquén la situación no es muy diferente. Existen al menos 22 concesiones que vencen entre 2026 y 2027 ya que sobre una nómina de 33 bloques que se renegociaron una década atrás, varios ya fueron reconvertido a Concesiones No Convencionales (CENCH), y extendieron su vigencia por 35 años.
Para el exsubsecretario de Hidrocarburos de la Nación y titular de la Consultora Paspartú, Juan José Carbajales, de prosperar estas modificaciones se podría estar ante una ola de reclamos judiciales de parte de las empresas. «Las empresas pueden reclamar el derecho a prórroga porque hasta hoy lo tienen en la ley, y esto crea un gris legal», planteó.
Y sumó que «esto promete dar una discusión porque las prórrogas estaban previstas por ley». Aunque dependerá también de la decisión que tome cada empresa, si apuesta a conseguir una prórroga o prefiere optar por la devolución del área al fin de su concesión.
Sin embargo, el fin de una concesión no es un proceso «barato», y en especial si estamos hablando del convencional como en este caso. Cuando una empresa opta por devolver un área, antes o en su vencimiento, debe acordar con el poder concedente -las provincias, salvo el caso del offshore- la compensación de dos conceptos: el abandono técnico de pozos y los pasivos ambientales.
Esto es muy significativo en el caso de Neuquén, en donde YPF tiene en esta lista de bloques por vencer áreas que fueron un emblema de la industria como Loma La Lata, en gran yacimiento de gas del país antes de Vaca Muerta. Pero también los colosales bloques petroleros de Puesto Hernández, El Portón y Chihuido de la Sierra Negra.
En la lista está además Octógono, el área donde se descubrió que Neuquén tenía petróleo hace más de 100 años, y otros bloques más como Señal Cerro Bayo, Filo Morado, Señal Picada – Punta Barda, Volcán Auca Mahuida, La Brea y Al Norte de la Dorsal.
Solo en el caso de Neuquén son más de una decena las áreas en las que YPF debería o pelear una prórroga -y con ella un plan de inversión nuevo- o bien pactar el costo de dejar esas concesiones que en conjunto suman miles de pozos.
Fuente https://www.rionegro.com.ar/