Neuquén (EP), 3 de mayo ‘24. El director de Negocios & Desarrollo de Genneia, Gustavo Anbinder, afirmó que «si vamos a ser exportadores de crudo y derivados, tenemos que saber que habrá exigencias ambientales entre el 2027 y el 2030, y quienes puedan hacerlo tendrán una mayor ventaja competitiva.»
A nivel mundial, la tendencia sugiere que la industria petrolera debe electrificar todas sus operaciones para poder acceder a financiamiento, capturar nuevos mercados y mantener su competitividad.
El director de Negociaciones y Desarrollo de Genneia, Gustavo Anbinder, habló sobre la necesidad de descarbonizar la industria del petróleo y el gas, particularmente en lo que respecta a Vaca Muerta, que tiene un importante potencial exportador.
“El objetivo de buscar la neutralidad de carbono en este sector está sustentado por decisiones de las compañías de hacer inversiones en ese sentido. Si vamos a ser exportadores de crudo y derivados hay que saber que entre 2027 y 2030 habrá importantes restricciones y requerimientos en cuanto a la intensidad de carbono y metano en los productos comercializados en el mercado externo. Y aquellos que lo puedan hacer van a tener una mayor ventaja competitiva”, dijo Anbinder.
Durante el webinar organizado por MEGSA (Mercado Electrónico de Gas), el ejecutivo aseguró “la forma de conseguir financiamiento en proyectos oil & gas cambió sustancialmente desde 2016, en especial de cómo las agencias calificadoras de crédito están siendo influenciadas por la problemática ambiental”.
“Se ha incorporado una nueva categoría de riesgo crediticio relacionada con el cambio climático”, advirtió. Y explicó que hoy la tendencia de la industria petrolera apunta a alcanzar una mayor electrificación en toda la cadena de producción lo cual implica una gran inversión en infraestructura para operar con energía eléctrica o en tal caso renovables”, añadió.
Aunque las compañías petroleras tienen su propia red de distribución interna, con frecuencia están alejadas de la red comercial y la mayoría de las veces tiene sentido establecer una nueva subestación.
Abinder aludió al proceso de descarbonización
Tanto en Europa como en Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido manejan la regulación y legislación petrolera de manera diferente según la situación.
Para 2027- opinó Anbinder- que “se espera que las compañías petroleras que exporten a ese mercados tengan un sistema de medición y monitoreo en sus operaciones, y en 2030 el objetivo de máxima es que todos los contratos de exportación e importación de hidrocarburos tengan que ajustarse al tema ambiental reduciendo al máximo los gases de efecto invernadero”.
Desde 2023, estos mecanismos se estarían implementando en materias primas. El acero, hierro y fertilizantes tendrán vigencia en 2024. Y se extiende a las industrias del papel, la madera y los productos alimentarios.
En materia de energías renovables, Genneia hoy es el jugador más importante en Argentina, ya sea por su capacidad instalada como por la energía que inyecta el Sistema Interconectado Nacional.
Fue la primera empresa en alcanzar el gigavatio instalado, lo que la sitúa entre las diez empresas más importantes de América Latina. Además, de su producción total, el 70% procede de energía solar y el 30% restante de energía eólica.
“Llevamos invertidos más de U$S 1500 millones desde el año 2016 hasta hoy. Estamos inmersos en un proceso de descarbonizar todas nuestras operaciones desde hace 8 años. El plan de mitigación incluye desmantelar todas nuestras centrales térmicas convencionales que funcionan con turbinas a gas”, señaló Anbinder.
La empresa añadió más de 850 MW de energía renovable entre 2016 y 2020, y pudo apagar 280 MW de generación térmica, lo que les permitió reducir su intensidad de carbono en un 86%. El objetivo es alcanzar el 94% y el 100% para 2030.
Fotografía elEconomista.es