Tierra del Fuego (EP), 29 de julio ‘24. En el camino hacia la transición energética, una nueva empresa extranjera se interesa en la Argentina para desarrollar un proyecto de hidrógeno verde. Se trata de la firma serbia especializada en energías renovables CWP Global, que, a través de su subsidiaria en el país Southern Cone Energy, firmó un convenio con el Gobierno de Tierra del Fuego para desarrollar proyectos de energías ‘verdes’ en el fin del mundo.
El gobernador provincial Gustavo Melella lo confirmó en su cuenta de X (ex Twitter): «Junto al director de Desarrollo de Negocios de CWP Global, Fernando Begher, a través de Southern Cone Energy, firmamos un convenio para avanzar en trabajos conjuntos que nos permitan desarrollar nuevos proyectos de energía renovable y de hidrógeno en el fin del mundo«.
El proyecto, según figura en el sitio web de la compañía, incluirá generación de energía eólica, electrólisis, desalinización de agua y plantas de amoníaco, así como toda la infraestructura de apoyo para el procesamiento, la producción industrial y la exportación, incluyendo rutas y puertos.
«Los proyectos de la Argentina son un conjunto de instalaciones de producción de hidrógeno verde a gran escala distribuidas en múltiples lugares, generalmente hacia el sur del país. Sudamérica está bien posicionada para convertirse en un importante productor de hidrógeno y ya cuenta con operaciones de petróleo y gas a gran escala que aumentarán la demanda de hidrógeno verde y derivados», expone la firma serbia en su sitio.
Las zonas en las que se emplazarían estos proyectos tienen entre 1500 y 3000 kilómetros cuadrados por grupo y están ubicados en Golfo San Jorge, Santa Cruz y Tierra del Fuego. A escala completa, se espera que cada grupo tenga alrededor de 8,5 gigawatts (GW) de generación eólica.
Este acuerdo es el primer paso del camino hacia el desarrollo de este tipo de energías en la provincia, que, desde hace ya varios años, busca generar condiciones llamativas para la inversión extranjera.
De hecho, la gobernación intenta impulsar la actividad a partir de los beneficios del régimen de promoción industrial, que implica la exención de los impuestos al Valor Agregado, Ganancias y Aranceles de Importación.
A su vez, Melella resaltó que los proyectos que la energética tiene en carpeta estarán alineados con los estándares internacionales de la industria, en concordancia con la transición energética y la sostenibilidad.
«El convenio busca mitigar los efectos del cambio climático generando energías bajas en carbono, como la eólica y el hidrógeno azul y verde. Southern Cone Energy analizará la viabilidad de estos proyectos», develó el gobernador en su cuenta oficial.
La Argentina tiene un enorme potencial a partir de la disponibilidad de recursos naturales para la producción de hidrógeno verde. Sin embargo, el desarrollo de este tipo de proyectos energéticos se dificulta por un contexto nacional marcado por una normativa endeble, falta de seguridad jurídica y una volatilidad macroeconómica que complica las proyecciones de las empresas extranjeras.
«Estamos empezando a trazar los lineamientos para el desarrollo del hidrógeno verde con el grupo empresarial más grande del mundo que desarrolla este tipo de proyectos», expresó Alejandro Aguirre, ministro de Energía de Tierra del Fuego a un medio local.
A su vez, expuso que se trata de desarrollos que necesitan años para ser completados: «Se tiene que analizar el contexto macroeconómico, vincular proyectos a largo plazo con algunas intenciones que tiene el Gobierno Nacional de establecer seguridad jurídica a través del RIGI».
Por lo pronto, sólo existe en el país un proyecto concreto de desarrollo de esta energía, nacido a partir del plan de inversión de u$s 8000 millones en la provincia de Río Negro por parte de la empresa australiana Fortescue Future Industries.
A su vez, recientemente, Agustín Dranovsky, CEO de la Compañía de Tierras del Sud Argentino, la pata local del holding de la familia Benetton, adelantó que el grupo encara un mega proyecto en la Patagonia.
«Ya estamos instalando las torres de medición y haciendo estudios complementarios para ver la viabilidad para producirlo. Lo estamos desarrollando en Cóndor, en Río Gallegos, y en Puerto San Julián, en Santa Cruz. Para hacer hidrógeno verde se necesita alguna energía renovable, que en este caso es eólica porque Santa Cruz y la zona donde estamos es una de las mejores a nivel mundial en recurso viento para producir energía. Después se necesita agua y un proceso de hidrólisis para separar las moléculas, que también hay. Estamos pensando en un proyecto que esté orientado a la producción de hidrógeno verde que hoy lo más común es que se transforme en amoníaco, una materia prima para la industria química, para fertilizantes», dijo el ejecutivo a este medio.
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