Mientras el litio hace punta, el cobre fortalecerá la minería Argentina


Buenos Aires (EP), 25 de junio ‘24. El cobre emerge con fuerza, posicionando al país como proveedor clave en la transición energética.

Con proyectos listos para despegar, se requiere acelerar y mantener estabilidad para aprovechar esta oportunidad histórica.

No hay duda de que el litio le ha dado visibilidad a la Argentina a nivel global. La carrera de la transición energética atrajo las miradas del mundo sobre los yacimientos ubicados en el Triángulo del Litio. En medio de este boom, surge con fuerza otro metal que posiciona al país en la agenda de proveedores de las principales industrias globales: el cobre.

El contexto ofrece factores tan favorables, que ya genera ansiedades en los inversores. En criollo: si el litio almacena energía, el cobre es su mejor conductor y resulta fundamental en los sistemas solares, hidráulicos, térmicos y eólicos. Por lo tanto, ayuda a reducir las emisiones de CO 2 y disminuye la cantidad de energía necesaria para producir electricidad.

Ahora bien, los tiempos apremian. Para no quedar fuera del negocio, hace falta pisar el acelerador, sobre todo porque es un área que desde que dejó de producir Bajo la Alumbrera en 2018, se ha mantenido de bajo perfil. Desde entonces no se ha logrado poner en marcha otro proyecto, pese a una serie de trabajos de exploración, investigación y desarrollo. Hoy existe media docena de iniciativas que están en condiciones de echar a andar en el corto y mediano plazo:

Taca Taca (Salta), Josemaría (San Juan), San Jorge (Mendoza), Los Azules (San Juan), El Pachón (San Juan) y el Proyecto MARA (Catamarca).

La luz verde al RIGI en el Senado de la Nación es un gran empujón para las compañías, a las que se les generó condiciones óptimas y prácticamente inigualables para desembarcar con inversiones.

El potencial argentino en materia de cobre es enorme, solo hace falta hacer girar la rueda. Del otro lado de la cordillera es el principal motor de la economía chilena, de este lado están dadas las condiciones para que lo sea.

Cuando entren en producción los seis proyectos que están en marcha, Argentina se ubicaría entre los 10 principales proveedores mundiales con más de 1.000 toneladas al año, equivalente al 10% del déficit global de cobre.

¿Algo más que agregar? Sí. El país tiene una oportunidad histórica, que exige estrategias inteligentes de parte Nación y de las provincias; estabilidad, responsabilidad y el firme propósito de que todo esto sirva para sentar las bases de un país productivo y diversificado.

El litio abrió el camino, el cobre apunta a fortalecerlo y la política debe aportar la templanza necesaria, para sostener una actividad que apunta a cambiar la matriz productiva y económica de la Argentina.

Fuente Martín Rodríguez para Saltamining.com