Buenos Aires (EP), 10 de abril ‘25. Marcelo Rucci sostuvo que la gente “está cansada de los atropellos” y cuestionó que hay 700 despidos, “salarios indignos”. Habrá una semana para negociar.
“Por todo lo que viene sucediendo. Nosotros apostamos siempre al diálogo, a tratar de arreglar las cosas, pero la manifestación de la gente dice todo. Nos cansaron, la gente está harta, la gente está cansada de los atropellos. Esto es producto del avance que no tiene límite de las empresas”. De esta manera, Marcelo Rucci adelantó que el Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa anunció un paro para este jueves en la Cuenca Neuquina.
La situación puede seguir escalando en Vaca Muerta. El gremio denunció que hay “salarios indignos y que no se pagan, despidos, multiplicidad de tareas y condiciones inhumanas de trabajo. Lo venimos hablando, pero se hacen todos los distraídos, o la gran mayoría”.
En este sentido, el dirigente sindical manifestó que se han realizado reuniones con algunas operadoras y han solucionados los problemas, pero “otras se están haciendo las distraídas”.
Bronca y decepción
El anuncio de Rucci se dio en el marco de la asamblea que realizó el sindicato en Añelo. En el corazón de Vaca Muerta, el dirigente gremial cuestionó que las empresas tratan a las personas como “si fueran un legajo” refiriéndose a los trabajadores muertos durante la pandemia y por accidentes laborales. “Tenemos 28.000 trabajadores, pero nos faltan 84 que ya no están. ¿Hasta dónde nos quieren llevar?”, advirtió.
En medio de un contexto de alta productividad en el shale, Rucci denunció que hay al menos 700 trabajadores despedidos y cientos más cobrando sueldos de apenas 500.000 pesos. “Triplicaron la producción, pero no les pagan como corresponde. ¡Es una vergüenza!”, expresó.
También apuntó contra las operadoras que, a pesar del crecimiento del sector, ajustan gastos a costa de los trabajadores. “Nos piden multiplicidad de tareas, mientras estamos 16 horas metidos en los yacimientos. ¿Qué más quieren? ¿Que seamos esclavos?”, cuestionó.
Asimismo, criticó el ingreso de trabajadores de otras regiones, desplazando a los operarios locales: “Tenemos compañeros que nos vienen a pedir laburo, mientras traen gente de afuera. Nos están empujando al límite”.
“Una semana, señores empresarios”
El dirigente fue claro: si no hay respuestas inmediatas, el conflicto escalará. “Les doy una semana. Una. Si no llaman para arreglar esto, vamos a ir por sus yacimientos. Vamos a tocar donde más les duele”, amenazó.
Rucci aclaró que el gremio siempre fue responsable, pero no piensa permitir más atropellos. “Nos sentamos en cada mesa que nos invitaron. ¿Y qué hicieron? Se aprovecharon. Se confundieron. No es debilidad, es respeto. Pero eso se terminó”.
En este marco, adelantó que pedirá una reunión con las cámaras empresariales para abordar tres temas urgentes: reincorporación de despedidos, actualización salarial y condiciones de trabajo.
El líder sindical recordó el esfuerzo de los petroleros en la construcción de Vaca Muerta. “Nos comimos el 223, la adenda, la pandemia. Pusimos el cuerpo y la vida. ¡Y ahora nos pagan así!”.
“Mientras ellos contaban plata, nosotros perdíamos compañeros. Nosotros sí los recordamos. Tienen nombre y apellido. ¡Presente!”, gritó ante una multitud conmovida.
También hizo un llamado a la unidad: “Van a querer dividirnos, como ya lo intentaron. Pero esta vez estamos más fuertes. No nos van a pasar por encima si estamos juntos”.
Un conflicto que puede escalar
Rucci destacó la actitud del gobernador Rolando Figueroa, a quien agradeció por ponerse del lado de los trabajadores frente a las presiones de las grandes corporaciones. “Por primera vez, un gobernador dejó los intereses empresariales y se paró con nosotros. Eso se valora”.
Sin embargo, cerró con un mensaje contundente: “Basta de tratarnos como ganado. Cada trabajador vale más que todo el petróleo que sacan. Si en esta semana no llaman, si no pagan lo que deben y no reincorporan a los despedidos, la paz social la van a romper ellos. No nosotros”.
La asamblea respaldó el ultimátum. Rucci puso en consideración de todos los presentes las medidas a tomar si las empresas no responden.
“El que no está dispuesto a defender la dignidad y el futuro de sus hijos, no debería estar acá. Nosotros no vamos a entregar nada”, sentenció.
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