Chile (EP), 15 de agosto 2023. Hace más de 40 años que se propuso por primera vez una solución para el uso eficiente de la tierra en los campos agrícolas. Así, la tecnología agrovoltaica se ha convertido en una creciente tendencia que se está implementando en diferentes partes del mundo con el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático.
La energía agrovoltaica o agrofotovoltaica es un concepto desarrollado por Alemania en 1981 que vincula dos sectores estratégicos en una relación virtuosa de sustentabilidad: las energías renovables y la agricultura.
Esta tecnología implementa un modelo eficiente en el cual un mismo terreno cumple una doble funcionalidad, permitiendo el desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas conjuntamente con la generación de energía limpia mediante paneles fotovoltaicos.
En 2021 la revista científica Nature Food publicó un artículo llamado “Food systems are responsible for a third of global anthropogenic GHG emissions”, donde revela que un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial provienen de los sistemas agroalimentarios, principalmente debido al uso de fertilizantes químicos, plaguicidas y desechos animales, lo que implica un desafío para este sector de implementar acciones de mitigación y adaptación acelerados en el contexto de crisis climática que vive el planeta.
A su vez, la agricultura también es víctima de las consecuencias que ha generado el calentamiento global, como es la desertificación de los suelos, impactando directamente en su desarrollo.
En ese sentido, soluciones como la tecnología agrovoltaica se convierte en una alternativa relevante para generar acciones de cambio, optimizando el uso del terreno y aumentando el porcentaje de humedad en los suelos gracias a la sombra que generan los paneles solares fotovoltaicos, haciendo más eficiente el uso del agua para el riego y protegiendo el cultivo de las altas temperaturas y la irradiación solar.
Una de las empresas renovables que está impulsando este tipo de tecnología y desarrollando este tipo de proyectos es Andes Solar, una compañía con más de 10 años de experiencia en la industria renovable, y que cuenta con más de 50 instalaciones fotovoltaicas a lo largo de todo Chile, trabajando siempre con la sostenibilidad en su ADN.
Martín Valenzuela, Gerente de Negocios y Área Internacional de Andes Solar, explicó al respecto que “es excepcional el concepto de agrovoltaica y las distintas aplicaciones que se pueden realizar. Es posible combinar la producción agrícola y proyectos fotovoltaicos en un mismo terreno de una manera sostenible y que ambas aplicaciones se vean beneficiadas”.
“Un mayor desarrollo de esta tecnología en Chile permitiría un aprovechamiento más eficiente de los suelos, al tecnificar producciones agrícolas mediante uso de energías renovables, posibles ahorros en consumo del agua y protegerse de ciertas condiciones climáticas, entre otros temas. Su implementación no solo contribuirá a combatir el cambio climático y reducir las emisiones, sino que también impulsará el desarrollo económico y social del país”, destacó.
En esa misma línea, recientemente se conoció un estudio de investigadores de Fraunhofer ResearchChile, que señalaba que la energía agrovoltaica es una solución que vendría a aumentar la eficiencia del uso de la tierra en un 60%, adaptando la producción agrícola y energética en un mismo lugar, destacando los resultados de un proyecto piloto en AgroPV que desarrollaron, en el cual se vio una disminución de la evaporación de humedad del suelo y la transpiración de agua de cultivos (evapotranspiración), registrándose una reducción de más de 30%.
Si bien, hay avances en la realización de proyectos piloto liderados por Fraunhofer Chile, gobiernos regionales y empresas desarrolladoras como Andes Solar, aún hay mucho por avanzar y qué mejor que trabajar de forma colaborativa entre industrias tan relevantes y estratégicas para Chile como lo son la agrícola y la renovable.
Fotografía Tiempo.com