Neuquén (EP), 22 de marzo ‘24. Bolivia recibió el primer cargo de crudo argentino en su historia. Especialistas aseguran que Neuquén será la proveedora de energía por excelencia del Cono Sur.
A principios de marzo, Bolivia importó el primer cargo de crudo argentino en su historia. Se trató de uno de los 8 envíos que ingresarán a ese país tras ser descargado en la terminal marítima de Sica Sica y terrestre de Arica, Chile. Según el presidente de YPFB, Dorgathen Tapia, se trató de «un logro que representa un ahorro considerable para el Estado, reduciendo en US$240 millones los gastos en importación de combustibles».
Además, subrayó que este escenario permitirá una mayor producción de diésel, gasolina, GLP y otros subproductos, asegurando un abastecimiento garantizado para toda la población boliviana.
La estrategia de la actual administración de YPFB se centra en la reducción de los costos por importación de combustibles, frente a la creciente demanda del mercado y la disminución en la oferta de crudo nacional.
Sin embargo, la situación dista de ser la que plantea el funcionario del gobierno del presidente Arce.
Alvaro Ríos Roca, ex ministro de Hidrocarburos boliviano y actual Director de Gas Energy Latín América, consideró que es el primer paso hacia la total dependencia energética de Bolivia en favor de Argentina.
«Creo que Bolivia va a pasar a ser totalmente dependiente energéticamente de Argentina. Y no solamente va a importar como ahora petróleo, sino también diésel, gasolina, probablemente dependiendo de la capacidad de refinación de Argentina. El petróleo de Neuquén le hace muy bien a las refinerías de Bolivia. Y GLP, porque Bolivia va a comenzar a importarlo este año, les guste o no les guste, porque así lo dice la curva de producción boliviana».
Aunque aclaró que «hay que diseñar toda una logística y una arquitectura para que se llegue con el menor costo posible de transporte», y vaticinó que por 2028 y 2029 «vamos a comenzar a importar gas natural».
«Vamos a ser totalmente dependientes de las importaciones de gas de Argentina. Porque esa es la realidad. Y finalmente vamos a importar electricidad también. Creo que la Argentina no solamente va a ser el neto proveedor de energía de Bolivia, sino del Cono Sur. Esa es la realidad que nos queda vivir y esa es la con la que tenemos que manejarnos hacia el futuro. Bolivia hoy día ha perdido toda gravitación, no tiene proyecciones de nueva producción de hidrocarburos», dijo Ríos Roca.
«Toda la energía va a salir de Neuquén»
El consultor consideró que Argentina perderá, por falta de inversiones, el interés en los convencionales y que la producción no convencional será la que imponga su supremacía. Aseguró que «toda la energía va a salir de Neuquén. La Argentina, en la medida en que produzca más petróleo, va a producir más condensado y más gas natural, va a tener más GLP. Y esos volúmenes exportables tienen que salir hacia algún lado» y apuntó como destinos «naturales» Paraguay, Chile y Bolivia.
«El mercado boliviano es más cercano que un mercado internacional y sí sé que es más fácil mandar este producto a Bolivia que a otro lado del planeta por un tema de costos de transporte», añadió.
¿Y por qué no Brasil como abastecedor de la región? El analista consideró que el país que conduce Lula Da Silva «es es deficitario en GLP, va a seguir siendo deficitario en GLP, en gas natural y en derivados de petróleo. Se va a quedar como un productor neto de crudo y las refinerías que tienen no dan capacidad. Por eso es que digo que la Argentina va a ser el proveedor de energía del Cono Sur», incluso vaticinó que la demanda de gas de Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia será de alrededor de 60 millones de metros cúbicos día en los próximos diez 15 años a través de la infraestructura existente.
Puntualmente, sobre Bolivia, Ríos Roca aseguró que para 2029/2030, demandará unos 3MMm3/d «y eso va a tener que incrementarse porque la declinación boliviana cae muy fuerte día a día».
Una cuestión económica
Ante esta situación, el gobierno del presidente Luis Arce viene ejecutando una política para facilitar las importaciones de crudo para atender a la demanda interna. Al mismo tiempo anunció la liberación de las exportaciones de hidrocarburos con el fin de incrementar el ingreso de dólares y dar una señal a las petroleras extranjeras a que inviertan en exploración. Pese a esta intención, Arce ratificó que no levantará el subsidio a los combustibles, el principal factor que limita la inversión extranjera.
Andrés Armijos, responsable de LATAM en la consultora Welligence Energy Analytics, con base en Houston, confirmó Bolivia desde 2014 no ha tenido éxito en sus planes exploratorios para reponer reservas y consideró que «la realidad es que no apunta bien a ser un país que tenía un superávit inmenso asociado a la producción, no solo de gas para el mercado doméstico sino también para exportar».
«Ahora Argentina empieza a avanzar con la infraestructura y el crecimiento de su producción, lo que es un cambio importante en lo que es la dinámica de mercado del Cono Sur. Antes siempre se hablaba de que Bolivia estaba supliendo a Brasil y Argentina, pero ahora todo está cambiando, está el gas está fluyendo hacia el norte. Entonces en verdad Bolivia se está quedando totalmente fuera y no ha podido atraer inversiones», agregó.
Armijos consideró que el proceso político que se inicia con la llegada de Morales a la presidencia boliviana, el panorama empresario cambió. «Nadie quería entrar tras la nacionalización de empresas a pesar de que Bolivia tiene mucho potencial. Pero ¿qué pasa? Creo que modelos actuales no son muy atractivos. En primer lugar, es bastante costoso y difícil perforar en esa zona. Son pozos ultra profundos y ultra complejos. Repsol, por ejemplo ha ejecutado pozos, pero son pozos de casi 100 millones de dólares en algunos casos».
Ríos Roca agregó que «Hay un pozo exploratorio en perforación y dos por verse. Lo cual es muy poco. Y con la con la tasa de éxito que tenemos, pues veo muy difícil que Bolivia pueda tener una reposición de reservas con esto y si se descubre algo habrá que ver si son comerciales».
«Estamos transitando un camino como el de Argentina: de ser un país neto exportador de energía con elevados impuestos. Estamos transitando a ser un país netamente importador, con elevados subsidios y esa ecuación no funciona. Entonces, cuando los dólares se acaban, el populismo se acaba», puntualizó el ex funcionario.
Fuente https://mase.lmneuquen.com/
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